Acostumbrar a los niños a ser conscientes de sus pequeñas decisiones económicas es la mejor forma de ayudarles a adquirir buenos hábitos financieros. Veremos cómo hacerlos tomar conciencia de la importancia de ahorrar y planificar sus gastos.
1. Una educación para el futuro
Muchos padres hacen grandes sacrificios para darles a sus hijos lo mejor. Sin embargo, la falta de una sólida educación financiera puede perjudicar sus posibilidades futuras.
2. Lección 1: Dar buen ejemplo
Los hijos no suelen estar muy dispuestos a escuchar los consejos de los padres. Por eso es tan importante que vean que los comportamientos financieros saludables dan buenos resultados. Prediquemos con el ejemplo.
3. Lección 2: Hablar con su hijo sobre el dinero
La procedencia y el valor del dinero son cuestiones muy misteriosas para los niños, y no les importan demasiado mientras consigan lo que desean. Conviene acabar con el misterio, para que desde pequeños tengan una relación realista con el dinero.
4. Lección 3: La paga.
Si usted le da una paga semanal a su hijo, es importante dejar claro que no se trata de repartir dinero. Aproveche para enseñarle la importancia de gestionar bien sus ingresos y gastos. El objetivo de la paga es enseñar a su hijo a ser responsable y gestionar bien su dinero.
La paga no tiene por qué representar un gasto adicional para los padres. No se trata simplemente de repartir dinero, sino de transferir a sus hijos la responsabilidad de pagar ciertas cosas. Es decir, en vez de tener que comprarle golosinas cuando le acompaña a hacer la compra, será él quien tenga que pagarlas con su dinero.
5. Lección 4: Fomentar el ahorro y la inversión.
Fomentar el hábito de ahorro es uno de los mejores regalos que puede hacer a sus hijos.
6. La primera cuenta bancaria
Una libreta "de verdad", pensada para niños, puede ser una buena manera de hacerles conscientes de las ventajas y los objetivos del ahorro.
7. Lección 5: Enseñarles a ser consumidores inteligentes
Cada vez hay más anuncios dirigidos a los niños, porque sus deseos tienen mucha influencia en la economía familiar. Enséñeles a valorar la publicidad de forma crítica.
8. Los adolescentes
A esa edad se empieza a disponer de más dinero y de más oportunidades para gastarlo. Es el momento de asumir nuevas responsabilidades y aprender la diferencia entre ahorrar e invertir.
1. Una educación para el futuro
Muchos padres hacen grandes sacrificios para darles a sus hijos lo mejor. Sin embargo, la falta de una sólida educación financiera puede perjudicar sus posibilidades futuras.
2. Lección 1: Dar buen ejemplo
Los hijos no suelen estar muy dispuestos a escuchar los consejos de los padres. Por eso es tan importante que vean que los comportamientos financieros saludables dan buenos resultados. Prediquemos con el ejemplo.
3. Lección 2: Hablar con su hijo sobre el dinero
La procedencia y el valor del dinero son cuestiones muy misteriosas para los niños, y no les importan demasiado mientras consigan lo que desean. Conviene acabar con el misterio, para que desde pequeños tengan una relación realista con el dinero.
4. Lección 3: La paga.
Si usted le da una paga semanal a su hijo, es importante dejar claro que no se trata de repartir dinero. Aproveche para enseñarle la importancia de gestionar bien sus ingresos y gastos. El objetivo de la paga es enseñar a su hijo a ser responsable y gestionar bien su dinero.
La paga no tiene por qué representar un gasto adicional para los padres. No se trata simplemente de repartir dinero, sino de transferir a sus hijos la responsabilidad de pagar ciertas cosas. Es decir, en vez de tener que comprarle golosinas cuando le acompaña a hacer la compra, será él quien tenga que pagarlas con su dinero.
5. Lección 4: Fomentar el ahorro y la inversión.
Fomentar el hábito de ahorro es uno de los mejores regalos que puede hacer a sus hijos.
6. La primera cuenta bancaria
Una libreta "de verdad", pensada para niños, puede ser una buena manera de hacerles conscientes de las ventajas y los objetivos del ahorro.
7. Lección 5: Enseñarles a ser consumidores inteligentes
Cada vez hay más anuncios dirigidos a los niños, porque sus deseos tienen mucha influencia en la economía familiar. Enséñeles a valorar la publicidad de forma crítica.
8. Los adolescentes
A esa edad se empieza a disponer de más dinero y de más oportunidades para gastarlo. Es el momento de asumir nuevas responsabilidades y aprender la diferencia entre ahorrar e invertir.