Desempleado

1. Que el desempleo no lo detenga.

La pérdida del empleo puede ser un acontecimiento verdaderamente traumático, tanto en el plano económico como personal, y a menudo lleva asociada cierta sensación de "pérdida de control". La actitud es importante para superar, con éxito y cuanto antes, estas situaciones transitorias de desempleo.

Un puesto de trabajo significa mucho más que un sueldo mensual. Para la mayoría, más del 60% de nuestro tiempo despiertos transcurre en el trabajo o realizando tareas relacionadas con el mismo. El trabajo se convierte en muchas ocasiones en nuestra identidad. Cuando conocemos a alguien por primera vez, el tema de conversión inicial suele ser “¿a qué te dedicas?”, o “¿en qué trabajas?”, y de la misma forma, es muy habitual describir a nuestros conocidos por su profesión: “trabaja para la empresa X” o “es médico, informático, comercial, etc.”. Como fuente de ingresos, el puesto de trabajo que usted ocupa condiciona su estilo de vida, pero también representa la seguridad y las posibilidades de futuro de su familia.

Por todas estas razones, la pérdida de un empleo puede ser un acontecimiento realmente traumático, creando no sólo problemas económicos, sino también multitud de conflictos personales. La sensación de pérdida de identidad y el estrés producido por no llevar el control sobre la situación económica pueden hacer estragos en la autoestima de una persona en el paro y dificulta sus relaciones sociales y familiares.

Pero por muy dramático que sea quedarse sin empleo, es importante no culparse a uno mismo ni sentir vengüenza. Hasta en las épocas económicas más boyantes, es perfectamente normal que cierto porcentaje de la población se encuentre sin empleo. Siempre existen situaciones puntuales de transición entre trabajos, y habitualmente se producen fluctuaciones entre la oferta y demanda de empleo, debidas a la estación del año o a cambios sectoriales o demográficos, entre muchos otros factores.

¿Cómo puede superar esta situación?

Si usted se encuentra desempleado, o piensa que podría perder su empleo, debe saber las respuestas a ciertas preguntas. ¿Tengo derecho a cobrar una ayuda por desempleo?, ¿Qué cantidad y durante cuánto tiempo?, ¿Qué pasa cuando se acaba el plazo con derecho a cobrar el paro?, Mientras cobre el paro, ¿seguiré cotizando para la jubilación?, ¿Qué otras ayudas existen?, ¿Qué otras consideraciones debo tener en cuenta para gestionar mis finanzas personales?

Si todavía tiene trabajo, recuerde que la prevención es la mejor medicina. POr eso es importante ahorrar mes a mes para acumular un fondo de emergencia suficiente para ayudarse a superar momentos difíciles. Incluso si cobra una prestación por desempleo, un fondo de emergencia le permitirá afrontar la situación con más seguridad.

Si llega el despido, en primer lugar, controle sus emociones. Dependiendo de las circunstancias, puede ser normal sentirse enfadado o amargado, pero no permita que un estado de ánimo negativo le perjudique aún más. Salvo que se haya cometido alguna ilegalidad para poner fin a su relación con la empresa, suele ser mejor quedar bien para poder pedir buenas referencias y dejar las puertas abiertas. Dicho esto, no hay que firmar nada precipitadamente. Conozca bien sus derechos, y si considera que no le están dando la indemnización que le corresponde, con la cabeza fría, consulte con compañeros, o con un asesor sindical o jurídico.

2. ¿Tengo derecho a cobrar una ayuda por desempleo?

Conozca la diferencia entre la prestación y el subsidio por desempleo. Como estos cambian continuamente, asesorese al respecto.

3.¿Qué otras ayudas existen para desempleados?

Cuando se está desempleado, toda ayuda es poca. Asesorese sobre los programas de reinserción laboral, y capacitaciones al respecto.

4. ¿Qué otras consideraciones debo tener en cuenta para gestionar mis finanzas personales?

El desempleo es un importante contratiempo para las finanzas personales, por lo que es imprescindible revisar el presupuesto. Aproveche la situación para revisar sus gastos, mejorar su formación y ampliar sus contactos profesionales.

Nuevo presupuesto - cuidado con los gastos

Estar desempleado normalmente significa disponer de menos ingresos, por lo que es imprescindible elaborar un nuevo presupuesto ajustado a esta situación. Es muy importante priorizar los gastos y asegurarse de poder pagar los fijos obligatorios, como la hipoteca o el alquiler, y otros préstamos.

No utilice su fondo de emergencia u otros ahorros para seguir pagando gastos que no sean necesarios y de los que pueda prescindir, y si ha recibido una indemnización sea muy cauteloso a la hora de gastarla. Considerando las prestaciones que tiene derecho a recibir, calcule cuánto tiempo podrá seguir sin trabajo antes de que sea necesario recurrir a los ahorros para pagar la hipoteca, la luz, la comida, y demás facturas. Lo más aconsejable es hacer el esfuerzo de reducir o eliminar todo los gastos innecesarios hasta que vuelva a tener trabajo. Y antes de tocar los ahorros inmovilizados en instrumentos poco líquidos, como depósitos, planes de pensiones o fondos garantizados, asegúrese de saber qué penalización tendrá que pagar por sacarlos antes de tiempo. Si no tiene más remedio que utilizar esos ahorros, comience deshaciéndose de los productos que menos rentabilidad le ofrezcan o que tengan un menor coste de cancelación.

No cometa el error de no comunicar la situación al resto de su familia por miedo o vergüenza. Sería negativo para su salud mental no poder hablar con ellos acerca de sus planes y preocupaciones, y todo el mundo debe participar en el nuevo presupuesto. Repasen juntos la lista de los gastos discrecionales para encontrar formas de economizar. Cada miembro de la familia podría proponer gastos de los que se podría prescindir para luego discutirlo y llegar a un consenso. También pueden utilizar la calculadora para ver el impacto de recortar o eliminar ciertos gastos. Recuerde que el peso compartido es más fácil de llevar. Quizá ni echan de menos ciertos gastos, y así pueden salir de esta crisis momentánea con las finanzas más saneadas.

Tenga especial cuidado de no asumir más deuda de la estrictamente necesaria. No sabe cuánto tiempo tardará en encontrar un nuevo trabajo, y no conviene gastar los ingresos de mañana utilizando crédito ahora.

Si después de ajustar el presupuesto todo lo posible sigue con dificultades para pagar la hipoteca u otros préstamos, hable con su entidad de crédito. Es posible llegar a un acuerdo para aplazar los pagos o renegociar las condiciones. Convierta la situación en oportunidad

Querer trabajar y no poder hacerlo es una circunstancia muy desafortunada, pero si la aprovecha para mejorar su formación puede mejorar sus perspectivas. Utilice las ayudas de formación y orientación laboral para ampliar sus conocimientos o prepararse para otro tipo de trabajo. Es muy importante mantener una actitud positiva, por su propio bienestar mental y también para tener más éxito en las entrevistas de trabajo. Manténgase activo y gestione bien su tiempo. Haga una planificación para poder dedicar tiempo a buscar empleo, a cultivar contactos profesionales (las redes sociales de Internet pueden ser de gran ayuda profesional) a actualizar su curriculum vitae y a estudiar.